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Las empresas utilizan Inteligencia Artificial para mejorar sus procesos internos, ser más eficientes, perfeccionar la atención de sus clientes y lograr un mejor vínculo con ellos y la sociedad. Esa realidad ya impacta en el sector público gracias a la colaboración entre ambos sectores.
"Siempre vemos los avances en las empresas; es una buena oportunidad para ver qué ocurre en el servicio público, poner sobre la mesa el trabajo colaborativo", resumió Soledad Agüero, directora Digital & Big Data en Movistar Argentina.
Durante el Internet Day 2025 organizado por CABASE, Agüero moderó el panel La Inteligencia Artificial en dos frentes: para automatizar procesos y generar eficiencias, y para mejorar la atención y la vinculación con el cliente, una oportunidad para conocer los usos de la IA en la Justicia y la Ciudad de Buenos Aires, con el papel de iniciativas como INARIA para que empresas, emprendedores y organismos púbicos aprovechen al máximo esa tecnología.
El panel estuvo integrado por:
https://youtu.be/jVJALWljLAM
"La IA evoluciona a pasos agigantados. Desde la implementación de tecnología más tradicional hasta la llegada de los modelos de machine learning, el gran boom de todo lo relacionado con Big Data hasta hoy, donde hay algo disruptivo con esta tecnología: es capaz de replicar habilidades cognitivas humanas en las computadoras. Es decir, es capaz de aprender, de reentrenarse en distintas situaciones, de ver, de hablar, de generar interacciones casi o prácticamente humanas", inició Agüero para luego consultar a Adaro sobre los usos de la IA en la Justicia.
"La tecnología ha dado una oportunidad al sector público de estar a la altura de las necesidades ciudadanas constantes", explicó Adaro y agregó que la Justicia puede usar IA generativa "en la detección de documentos, automatización, asistentes virtuales y predictivos".
Luego de resaltar la importancia de Prometea, desarrollado en la Ciudad de Buenos Aires, resaltó que "nosotros lo aplicamos para detección de coincidencias entre la boleta de deuda en los procesos de cobro tributario, boleta de deuda frente a demanda, a ver si coincidían las entidades".
"Empezamos a notar, como le pasa a la mayoría de las organizaciones, los usuarios usan ChatGPT, Gemini o Copilot", dijo al adelantar que esa realidad los llevó a realizar un relevamiento entre 20 instituciones vinculadas con la Justicia para entender cómo usaban la IA en tareas cotidianas.
Generar documentos, analizarlos, a modo de buscador y para desarrollar argumentos creativos sobresalieron entre los resultados, finalizó Adaro.
"Todos hacemos uso de esta tecnología porque es democrática, creativa, fácil y low cost, es decir, no requiere que seamos profesionales o desarrolladores para poder usarla; eso es lo más valioso", remarcó Agüero.
El Instituto Argentino de Inteligencia Artificial (INARIA) nació hace un año como una iniciativa de entidades del Sistema Nacional de Innovación. Formado por instituciones que tienen entre 30 y 40 años, entre unidades de vinculación tecnológica de universidades, el sector social y empresas, funciona como un espacio de formación, innovación y asesoramiento para que empresas, emprendedores y organismos públicos puedan aprovechar al máximo la IA en su día a día.
"La pandemia aceleró todo. Las instituciones que estaban más digitalizadas pudieron resistir con buena atención", dijo Ruocco al recordar que INARIA fue pensada en esos años, más precisamente luego de un trabajo previo que ayudó a poner en marcha el ATP del Ministerio de Trabajo.
"En medio de todo esto, surgió el primer polo tecnológico virtual de la Argentina, Vintecar 4.0, donde las 50 instituciones más fuertes del sistema de innovación nacional participamos. De ahí surge INARIA", remarcó.
La IA es transversal, atraviesa el sector público y al privado. Eso genera la necesidad de capacitar tanto a informáticos como a las personas que no lo son.
Desde INARIA ofrecen entonces cursos y diplomaturas. Una, por ejemplo, junto a la UTN. "Fue un éxito total y ahora tenemos a cuatro universidades públicas que quieren participar", mencionó Ruocco para después hablar sobre crear un ciclo básico online, más ágil.
Destacó que "la visión no es solo académica. La formación profesional se complementa con los técnicos" para entender la IA de manera práctica.
"Antes eran carreras mucho más largas las que había que hacer para especializarse; ahora esto viene a ser un complemento para los que ya estudiamos una carrera", agregó Agüero.
Al mostrar el vínculo posible entre el sector público y el privado en IA, Ruocco mencionó un proyecto de historia clínica digital: "Por ejemplo, si te pasa algo y el SAME debe llevarte, con solo cargar tu documento podrá conocer tu historia clínica. Eso puede complementarse con un asistente de IA que recuerde si esa persona puede recibir tal o cual medicación".
"Trabajamos mucho con el sector público porque somos parte de las instituciones que digitalizaron el Estado", dijo y recordó: "Jorge Sábato hablaba de que Argentina necesitaba la hélice de la vinculación tecnológica, que es el gobierno, las universidades o las áreas de conocimiento, y la sociedad. Esta hélice vos la movés y verdaderamente se transforma en algo productivo, positivo, para la sociedad. Debemos ser más colaborativos que nunca. La clave está ahí".
"La tecnología nos ha empujado a ser cada vez más fraternales, más colaborativos, menos egoístas. La pólvora ya está inventada. Nosotros no inventamos la IA; lo que estamos tratando es cómo desarrollarla mejor", finalizó.
"Tenemos que unir esfuerzos para que las cosas sucedan", asintió Agüero y explicó: "Tiene que ayudarnos a todos; ser un aliado para tomar decisiones más rápido, generar eficiencias".
La Ciudad de Buenos Aires está considerada como una de las más avanzadas en la implementación de procesos de digitalización.
Saccani explicó que utilizan IA, por ejemplo, para transcribir llamadas telefónicas y así no perder detalles de las comunicaciones y, al mismo tiempo, apoyar a la persona que brinda asistencia.
"Pero es Boti el ejemplo más reconocido ya que es el canal que más se acercó y el que más tenés a la mano. Por naturaleza, somos vagos. Lo que nos queda más cerca, lo que usemos con mayor facilidad, va a ser el flujo donde van a ir las personas", dijo Saccani.
El bot de la Ciudad suma nuevas funciones de manera constante, pasando de la estructura jerárquica que utilizó al nacer, hacia modelos de agentes de IA.
"Hace poco, por ejemplo, Boti migrante permitió a extranjeros o personas en el extranjero acceder a asistencia con respecto a la votación de las legislativas. Estaba disponible en varios idiomas, con lo cual la interacción era más sencilla", detalló.
Cuando Agüero comentó que Boti ayudó a "que las personas interactúen más con la Ciudad", Saccani respondió: "Tenemos una gran oportunidad con la IA porque es la primera vez que el humano puede hablar con una máquina en su lenguaje natural".
A futuro, explicó, vamos hacia "una integración, una sola aplicación donde el ciudadano sienta que la puede usar en su vida diaria".
Esta superapp no solo hablará varios idiomas o permitirá realizar trámites y denuncias. Además ayudará a resolver casos muy cercanos, como encontrar mascotas perdidas.
Por ejemplo, si alguien encuentra un perro perdido, podrá enviar la foto a la plataforma. Allí, un motor de IA identificará si esa mascota fue reportada como perdida y, de ser así, dará datos sobre cómo reencontrarla.